Ayer tuve un agradable encuentro, que enlaza dos partes de mi vida separadas por muchos años y por las que han sido seguramente mis dos mayores aficiones: el ajedrez y la fotografía. Andando por la calle Julià Portet me encontré con Juan Durbán. Juan es prácticamente ciego, y cuando lo conocí (hará 20 años) guardaba todavía bastante visión en ambos ojos. Era un excelente jugador de ajedrez, al que pude ganar en mi adolescencia en alguna partida rápida pero nunca en partidas 'lentas'. Ha sido múltiples veces campeón de España de Ajedrez para ciegos, y el jugador español que mejor calificación ha obtenido nunca en el mundial de Ajedrez para ciegos (en Brno, 1998). Ha perdido bastante visión, pero aun se mueve solo por la ciudad.
Hablamos sobre el ajedrez, sobre el ajedrez ciego (¡me parece increíble que puedan jugar partidas enteras 'de memoria'!), sobre el malogrado
David García (jugador al que conocí cuando empezaba en mi club, el Club d'escacs Barcelona). Pude constatar que Joan tiene firmes opiniones sobre todo tipo de temas.
La relación con mi otra afición, la fotografía, viene de que un fotógrafo catalán, Txema Salvans, hizo hace 11 años un reportaje sobre Joan, que ganó el premio Presfoto de La Caixa. Juan está casado con una chica ciega, y tiene dos hermosos hijos. Gracias a 'La Red' he encontrado parte del reportaje que podéis ver más abajo. Recuerdo con mucho cariño el tiempo que pasé delante de los tableros de ajedrez del Club D'escacs Barcelona. Un saludo Joan.
Texto del diario 'El País' que ilustraba la exposición de las imágenes en Barcelona:
La historia de Joan Durban narra en clave subjetiva un relato de miedos, concretamente los propios del autor, el bien más preciado para un fotógrafo: la vista. Para ello hace suya, con una cuidada estética en blanco y negro, el día a día de un joven de 32 años -Joan Durban- al que hace meses le pronosticaron una pérdida progresiva de la visión que irremediablemente le llevará con el tiempo a la ceguera.
